Los ENTJ son los comandantes oficiales ejecutivos de los 16 tipos de personalidad MBTI. Son líderes y estrategas naturales. Al igual que un comandante en el ejército, son buenos para evaluar cualquier situación desde un punto de vista racional, siendo minuciosos en su planificación para lograr sus objetivos y administrando a los demás.
La eficiencia y la eficacia son dos de los conceptos más importantes para ellos. También logran percibir el potencial de alguien y saben cuándo delegar. Además, su naturaleza extrovertida les permite relacionarse fácilmente con las personas y les da la capacidad de motivar y persuadir a otros para que den lo mejor de sí mismos.
Esta tendencia de liderazgo también tiene sus desventajas. Para los ENTJ, la efectividad puede convertirse rápidamente en una obsesión que los lleva a volverse intolerantes y rígidos.
El apodo de "Comandantes" les queda como anillo al dedo a los ENTJ. Son líderes natos con una mente analítica y una personalidad orientada a objetivos, además de tener la dosis adecuada de habilidades sociales y autoconciencia. Aunque son ambiciosos, su ego se alimenta de la consecución de objetivos y si pueden hacerlo manteniendo buenas relaciones personales, mejor. No tienen reparos en delegar tareas si descubren que otros están mejor preparados para hacer el trabajo de manera más eficiente y efectiva.
De hecho, una de las razones por las que los ENTJ son tan buenos líderes deriva de su capacidad para percibir el potencial de otras personas y explorarlo y mejorarlo.
Los Comandantes tienen una fuerte presencia y pueden ser vistos como duros en ciertas situaciones porque están muy concentrados en los resultados. Les gusta interactuar con la gente y prefieren trabajar por un objetivo común, pero, si no es posible, no dudan en comprometer las relaciones sociales para lograr su objetivo.
A pesar de todo eso, los ENTJ no son líderes despóticos. Respetan a cualquiera que se enfrente a ellos siempre que estos puedan presentar argumentos lógicos, razonables y persuasivos.
Los ENTJ son pensadores intuitivos que usan sus habilidades de razonamiento para analizar rápidamente cualquier situación o contexto en la búsqueda de ineficiencias en las que puedan trabajar para mejorar.
Tampoco usan sus habilidades de decisión a ciegas. Los Comandantes son buenos para tomar decisiones y elegir la opción correcta porque su intuición les ayuda a percibir el significado subyacente y las consecuencias de ciertos datos. Luego usan esta información para extrapolar resultados potenciales, incluidos los problemas y beneficios que podrían surgir de un determinado enfoque.
Los Comandantes no se limitan simplemente a identificar problemas e ineficiencias. Su naturaleza orientada al liderazgo combinada con su personalidad franca también los hace más propensos a intentar activamente implementar cualquier cambio que consideren más razonable y eficiente.
Para hacerlo, no solo presentan argumentos lógicos y basados en hechos, sino que también usan su lado extrovertido para convencer y persuadir a otros para que tomen medidas.
Los Comandantes son buenos con las palabras, ya sea habladas o escritas. Les resulta fácil transmitir sus pensamientos y opiniones y lo hacen de una manera clara, directa y lógica. Además, el hecho de que disfrutan interactuando con los demás les proporciona información importante que les permite adaptar su discurso cuando sea necesario.
La combinación de estos dos rasgos es una expresión de la naturaleza de búsqueda de eficiencia de los Comandantes. Les da la capacidad de transmitir cualquier información de manera muy clara y persuasiva, independientemente de su audiencia.
El liderazgo no se trata solo de tomar decisiones, aunque los Comandantes tienden a ser muy buenos en eso. También se trata de administrar información, datos, tareas y, lo más importante, personas para lograr los resultados deseados.
Los ENTJ entienden que diferentes personas tienen diferentes habilidades y conocimientos y que un grupo diverso puede generar resultados mejores y más productivos que un individuo que trabaja solo. No solo eso, sino que los Comandantes tienden a ser muy buenos para percibir el potencial subyacente de los demás y elegir qué tareas delegar a quién.
Los ENTJ disfrutan estar rodeados de otras personas. Como extrovertidos, extraen energía de las interacciones sociales.
Esta predisposición a establecer relaciones con los demás, combinada con sus habilidades de liderazgo y comunicación, además de su capacidad para aprovechar el potencial de otras personas, hace que los ENTJ sean muy carismáticos.
La gente disfruta estar cerca e interactuar con ellos. Los Comandantes tienden a ser buenos para hacer que los demás se sientan necesarios. Hacen que otras personas quieran ayudarlos porque solo juntos pueden lograr lo que el Comandante, un líder tan carismático, no puede lograr solo.
Cuando los Comandantes delegan una tarea, no esperan nada menos que la perfección de los demás. Pueden aceptar un error u otro, pero son intolerantes ante los errores repetidos.
Su postura analítica y la búsqueda de la eficiencia tienen prioridad sobre los sentimientos y las emociones. Cuando planifican una estrategia ya tienen en cuenta los posibles problemas y si aparece un imprevisto por un error de un individuo, pueden llegar a ser muy duros. Esto, a su vez, puede crear un ambiente de miedo que afecta el desempeño general del equipo.
En general, los Comandantes no son líderes tiránicos porque entienden el valor de intercambiar ideas siempre que estas se basen en una premisa racional y se presenten con claridad.
Sin embargo, este tipo de personalidad también es muy susceptible de cruzar al “lado oscuro”.
Los resultados de alta calidad pueden llevarlos a una sensación de auto engrandecimiento. Pueden cambiar rápidamente su percepción del todo al individuo. En otras palabras, las personas con este tipo de personalidad pueden dejar fácilmente de dar crédito a los demás y cobrarlo todo para sí mismas. Tienden a pensar que lograron sus objetivos únicamente por su planificación y su capacidad para delegar tareas a las personas adecuadas y minimizar el papel activo de los demás en el proceso.
Como resultado, este sentido de poder personal puede llegar a funcionar como un agente de alienación. Los ENTJ pueden comenzar a alejarse de otras personas, ya que se sienten superiores a ellas, mientras que su influencia persuasiva se desvanece porque los demás no se sienten reconocidos y, por lo tanto, pierden el deseo de ayudar.
Las personas con este tipo de personalidad MBTI dan prioridad a la razón sobre las emociones en todo momento. Cuando los dos chocan, no tienen reparos en descartar e ignorar cualquier sentimiento. La eficiencia es todo lo que importa.
Dado que tienen una capacidad natural para detectar errores e ineficiencias, esto puede generar situaciones incómodas con los demás. Lo que sea que tengan que decir, lo dicen en la cara de la persona sin rodeos.
Los ENTJ creen que todos tienen que trabajar tanto o más que ellos. Sin embargo, analizan el desempeño de otras personas en función de su propio enfoque de trabajo.
Es posible que les cueste entender que otros tipos de personalidad no son necesariamente más perezosos o propensos a posponer las cosas; simplemente abordan el trabajo desde una perspectiva diferente. Por ejemplo, las personas con personalidad INTP también son muy analíticas y orientadas a objetivos, pero no les gustan los planes y plazos. Para ellos, es más importante presentar un trabajo de alta calidad que apresurarse para cumplir con una fecha límite.
Para los ENTJ, quien no cumple un plan carece de compromiso laboral, aunque la realidad sea otra.